jueves, mayo 11, 2006

No hay mal que por bien no venga...

Hay momentos en la vida en los que sentimos que todo se está derrumbando, que nada tiene sentido, que las cosas jamás habían salido tan mal. Muchas veces todo se oscurece y nada va bien, sentimos impotencia porque no podemos resolver cada cosa que nos toca enfrentar y no tenemos respuestas para tantas otras. En esos momentos nuestra fe se debilita y no creemos en nada y, muchas veces, hasta en nadie. Sin embargo, debemos recordar que las dificultades nunca son mas grandes de lo que nosotros podemos sorportar; como dicen por ahi: Dios aprieta pero no ahorca. Muchas veces mientras estamos atravesando esos momentos dificiles no nos damos cuenta de que siempre al final del camino hay una luz, una solución para las cosas. La vida esta llena de dificultades, nadie ha encontrado la fórmula para solucionar los problemas con un chasquido de dedos (y no creo que se encuentre) y es que la vida consiste precisamente en una busqueda constante de la solución mas adecuada para cada situación. Es muy probable que en un primer momento no veamos nada positivo de los que nos sucede pero una cosa si creo que es importante, y es el no preguntarse "¿Por qué a mi me tienen que pasar estas cosas?", sino que por el contrario como escapa de nuestras manos el que sucedan o no este tipo de cosas en nuestra vida, es importante entonces buscar la otra cara de la moneda, la parte de esa situación que si podemos cambiar o que si depende de nosotros y se resume en una sola pregunta "¿Qué debo aprender yo de todo esto?". Cada cosa en la vida, cada episodio que nos toca vivir tiene una razón y un por qué, nada pasa de manera aislada y definitivamente nos toca extraer el lado positivo de eso que nos sucede y aplicarlo mas adelante. ciertamente hay momentos en que es imposible ver el lado positivo de las cosas, pero si lo tienen, aunque sea en el último rinconcito pero si lo tienen. Es importante aceptar cada cosa que nos pasa, teniendo siempre en cuenta que cada cosa tuvo su razón, que cada dolor, sufrimiento, depresión, dificultad que afrontamos nos va a dejar una enseñanza; no cayendo en la resignación, no dejandonos arrastrar por la apatía y esperando que las cosas se solucionen por sí solas, sino haciendo de nuestras experiencias pasadas las columnas para levantar nuevamente el ánimo, darle la cara a los problemas y: NO DICIENDOLE A DIOS DE QUE TAMAÑO SON TUS PROBLEMAS, SINO DICIENDOLE A TUS PROBLEMAS QUE TAN GRANDE ES DIOS...

5 comentarios:

Maigli Velásquez B. dijo...

No sabes cómo me conmueve lo que acabo de leer. Ayer, estuve paseando por tu blog pero no te comenté porque había problemas con el servidor. Hoy vine a dejarte los comentarios que te debía y me encuentro con esto. Hay momentos que definitivamente son duros, son difíciles, son fuertes. Parece que nada de lo que hacemos para sobrellevarlo nos consuela o nos tranquiliza. No se puede negar. A mí me pasa. Entonces hago caso de mucho de lo que tú has escrito aquí. Miro hacia atrás y recuerdo los momentos más difíciles y cómo los sobrellevé, cómo salí de ellos con bien y cómo me angustié y los sufrí para superarlos al final. Y pienso en lo que aprendí y lo aplico. No siempre me da la solución inmediata, pero me tranquiliza. Entonces lo dejo todo en manos de mi fe. Y sigo luchando, convencida de que todo saldrá bien. De que no hay mal que por bien no venga, como tú lo has dicho.

Espero que esto sea sólo una reflexión y que las cosas vayan muy bien para tí.

Un abrazo fuerte y saluitos...

La mae nairo dijo...

Amigui excelente post.... tremendo, que hermoso se me erizo la piel.....

Me encanta como cerrastes el post

Saludos a la pata de tu oreja

fgiucich dijo...

Siempre, pero siempre, encontrarás una luz al final del camino. No desesperes y sigue empujando el carro. Abrazos.

Carmelo Lattassa dijo...

Yo me dejo fluir, me ejo llevar por los sentimientos internos de comunión con Dios, así voy...
Besos

Unknown dijo...

Me has hecho voltear la moneda ¡¡¡
Que bueno que entraste a mi taguara y te tomaste tu guayoyo ...

A ver cuando contactamos nos vemos.

Cariños